
Antes de hablar de la
autorrealización, Maslow plantea algunas premisas básicas. En primer lugar
-dice- el hombre en sí no es bueno ni malo por naturaleza; seguidamente plantea
que cada ser humano tiene una naturaleza interna que quiere desarrollarse, y lo
sano es permitirle que aflore, es decir, darle un espacio e incluso cultivarla.
Cuando el hombre niega su propia naturaleza, la ahoga o no deja que salga, se
enfermará tarde o temprano, a veces en forma leve pero otras en forma mucho más
grave, con neurosis, enfermedades psicosomáticas, etc. En el fondo, negar su
propia naturaleza es negarse a sí mismo.
El caso de un profesor que
conocí es muy ilustrativo. Con cuatro hijos, día a día vivía el drama de un
sueldo que no le alcanzaba. Después de dos o tres años, dejaba su trabajo y se
ponía a trabajar en ventas, triplicando su sueldo. Pero después de dos o tres
años, nuevamente sentía el llamado de su vocación, y volvía a ser profesor por
un par de años. Llevaba más de quince años así. Me confidenció una vez:
"en las ventas he ganado mucho más que como profe, pero las épocas más
felices de mi vida han sido como profesor". Esa es su vocación, su
naturaleza interna.
Sin embargo, para que
empiece a manifestarse y aflorar esta esencia, destino o vocación, es necesario
haber satisfecho algunas necesidades básicas que todos tenemos en la vida.
Entre estas necesidades se encuentran las necesidades de seguridad, de entrega,
de amor, de respeto y de auto-estimación. Esto se comprende fácilmente al
pensar en una persona con muchas carencias, por ejemplo una persona que debe
procurarse el sustento. Esa persona primero tiene que comer -literalmente-
antes de preocuparse por dejar que aflore su esencia y comience su
autorrealización. Por lo tanto, solamente después de que estas necesidades más
básicas están cubiertas, aparece la tendencia conducente a la autorrealización.
Maslow plantea también
otra premisa: que en toda persona operan dos fuerzas opuestas. Una que tiende a
llevarlo hacia la seguridad y otra hacia el desarrollo. Consciente o inconscientemente,
el hombre siempre va eligiendo, y sus elecciones favorecen una u otra de estas
tendencias. En ambos tipos de elecciones hay goces y ansiedades, factores
positivos y negativos.
Las tendencias hacia la
seguridad no generan ansiedad, pero llevan hacia la dependencia, la regresión y
la inmadurez. La tendencia hacia el desarrollo lleva a la autorrealización. Una
dama que conocí incursionó en el arte. Le fue muy bien, y tuvo un viaje a otro
país. Luego una invitación a otro continente. Al poco tiempo su esposo se
sintió celoso, y le prohibió ese viaje. Fue una decisión crítica: seguir su
llamado interno (y realizarse), o arriesgarse a una posible separación,
perdiendo la seguridad del matrimonio, es decir, optar por su tendencia de
desarrollo y autorrealización u optar por la tendencia a la seguridad. Optó por
esto último, y hoy día -ocho años después- ya no pinta, se queja de dolores
vagos de todo tipo, y se la ve amargada.
A diferencia entonces de
la persona que todavía está llenando sus necesidades más básicas, o que se
apega a la seguridad, la persona en proceso de autorrealización busca nueva
cosas que la desarrollen, y que son una parte importante de su verdadero ser. HBC
2 comentarios:
.Trabaja en el mundo invisible al menos tan duro como haces en el visible.
-Lo que buscas te esta buscando a ti.
G racias
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