15 jun 2008

EL SUPERVISOR COMO INSTRUCTOR

El supervisor es el elemento clave hoy en día en las empresas. Debe velar porque su equipo de trabajo y subalternos hagan bien el trabajo, y responder a la gerencia sobre su desempeño. Las grandes compañías han visto esta realidad, y capacitan a sus supervisores en forma intensa.

Para lograr el máximo rendimiento con su gente, el supervisor debe tener una serie de competencias. Entre ellas se cuentan las técnicas del mando, el manejar la motivación de sus empleados, la capacidad de escuchar en forma activa, la capacidad para solucionar problemas y tomar decisiones, etc. Y junto a estas características -y no menos importante- se cuenta la capacidad de instruir a los trabajadores. Esto se refiere a instruir a nuevos empleados, pero también a aquellos que pueden llevar años en la compañía, y que requieren un cambio en los procedimientos o en los procesos, nuevas formas de enfocar el trabajo, aprender nuevas tecnologías, etc.

Por esta razón es que el supervisor es siempre un instructor. Alguien que debe instruir a sus subalternos, enseñarles cosas nuevas, repasar lo que están haciendo, detectar fallas, evaluar la calidad de lo que hacen, etc. Sin embargo no es fácil ser instructor, porque requiere de ciertas técnicas pedagógicas. El método pedagógico más utilizado es el de los “cuatro pasos”: preparación del trabajador, presentación de la operación, ejecución por parte del trabajador, y evaluación.

Por lo demás, tal como ha descubierto la psicología social, se aprende a través de la observación y la imitación. Y en este sentido no solamente el supervisor debe enseñar o instruir acerca de materias técnicas, sino también mantener un comportamiento adecuado en todo momento, que sea un ejemplo para su grupo de trabajo. Esto incluye principalmente variables personales, como su estabilidad emocional, su ecuanimidad, su firmeza frente a las trasgresiones a las normas, y además una conducta que se enmarque en una ética a toda prueba. ¿Cómo puede un jefe exigir puntualidad si él mismo no la tiene? ¿O cómo se vería un supervisor que frente a sus mismos subalternos sea el primero en quejarse contra la empresa? ¿Qué clase de ética sería esa?

Lo anterior es percibido por los subalternos, y se refleja en aspectos como el clima laboral, la satisfacción de su personal en el trabajo, etc. Además, una vez que el supervisor cambie de puesto de trabajo, por ejemplo que tenga un ascenso, si fue capaz de cumplir con esas condiciones, quien sea su sucesor habrá adquirido también una manera de hacer las cosas que sea la mejor. En pocas palabras, un buen jefe que instruya y mantenga una conducta apropiada marca un estilo para el futuro. En este sentido no debe olvidarse que el supervisor, además de las funciones señaladas, debe preocuparse de preparar su propia sucesión para cuando él no esté.

Podemos pues decir que el supervisor o jefe tiene siempre un papel de instructor, y que este rol se refiere tanto a la dimensión técnica del trabajo como a la dimensión humana. Es por tanto una gran responsabilidad. Además de lo anterior, debe estar muy bien alineado con la empresa, de modo que tanto lo que haga como el estilo o forma, sean una ejemplificación de los valores de la misma compañía.

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